29.10.07

Las tablas de multiplicar, las copas de europa...y la satisfacción.


Dulce y trabajada victoria por el conjunto rosa en el pasado fin de semana frente a uno de los conjuntos mas complicados de la división, el Malory, que llegaba a este partido con la vitola de ser el equipo menos goleado de la división (5 goles en cuatro partidos, para quitarse el sombrero) en un encuentro que nos deparó grandes emociones de principio a fin, y esta vez no es poesía, es la auténtica realidad.

La autentica realidad porque a los pocos minutos de juego, una de las clásicas locuras de nuestro portero-delantero, nos jugó una mala pasada, al recuperar el rival el balón y ejecutar un gran lanzamiento desde la medular del terreno de juego, que ninguno de los dos defensas mianseros lograría detener. Es curioso como a pesar de ver cada jornada que los despistes suelen aparecer a los primeros instantes de los encuentros (pienso en el Madrid y en los que sufrimos sus despistes como propios) hay lecciones que nos cuesta tanto aprender como la tabla del ocho (pienso en mi mismo) cuando no levantabamos dos palmos del suelo. Pero el conjunto miansero conservó la cordura y poco a poco comenzaría a asentarse y a sentirse mejor dentro del terreno de juego, ante la atenta mirada del palco de parientas de los jugadores y del, en esta ocasión, mister del encuentro Jaime, convaleciente de lesión pero presente en el banco miansero. Fruto de ese trabajo poco a poco el conjunto rosa lograría dar la vuelta al marcador hasta situarse 3-1 en el cuadernillo del arbitro, parecían instantes dulces...hasta que a tres minutos del descanso todo se vino abajo. Entró el partido en su fase más brusca y el MVK en barrena, al aprovechar el Malory dos desajustes en defensa para, en dos minutos, situar el encuentro en tablas. No solo no nos habíamos aprendido la tabla del ocho sino que se nos empezaba a olvidar la del siete. Y el control a punto de llegar.

Aqui es donde otras veces suele empezar el relato épico, la conjura, un acontecimiento x cambia el curso de los acontecimientos, aparece el principe a lomos de su corcel y de un plumazo acaba con el dragón, se lleva a la chica, y hasta se fuma un pitillo. Pero no. El partido se retomó como se había acabado, un toma y daca entre ambos conjuntos (deportivamente) e incluso llegaría el Malory a ponerse por delante 3-4, al combinar fenomenalmente en el saque de una falta. La única opción restante era huir hacia delante...y trabajar, incluso más que lo que se había hecho antes.
Y sucedió. Donde antes la salida del balón se tornaba imprecisa, comenzaron a florecer las paredes y los regates, y donde el balón se estrellaba en la fria piedra de la grada el MVK comenzó a poner cerco a la meta rival, y donde en otros partidos, en otros años, en otros domingos por la mañana, el que sentenciaba era el rival, ocurrió. Se remontó, cuando a falta de un minuto, entraba el gol de la victoria. Nunca he ganado una copa de europa, ni es el primer partido que ganamos de esta manera con tan poco tiempo restante...pero si las sensaciones de lo primero se traducen en una explosión de júbilo que surge en el abdomen hasta la punta de los dedos...hemos vivido algo parecido, porque en el momento más necesario, cuando podían empezar a llegar nuestras primeras dudas, temores si quieren, sobre lo que nos deparará esta temporada, llegaba esta victoria.

Se que no suelo mencionar nada de ningún jugador en particular, pero esta semana tengo que hacer una excepción y destacar cómo se está asentando Miguel, nuestro nuevo portero. Y el oportunismo de Jose. Y la intensidad de Miguel. Y la constancia de Ruben. Y el entusiamo de Jaime. Y el espiritu de Piris. Y el trabajo infatigable de Victor. Y el oficio de Juampe. Y la satisfacción de Goro.

Y por supuesto, el apoyo de las chicas.

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