14.12.07

Cuando la experiencia supera a la (pa)ciencia



Hoy nos ponemos filosóficos (por la foto, más que otra cosa) para referirnos a la derrota del pasado jueves frente al Sercopaem por el resultado de siete goles a cinco en un partido que podríamos resumir con que una parte fue para cada equipo y la victoria para el rival, quien jugó mejor sus cartas en el momento oportuno.

La primera parte comenzó con ambos equipos midiéndose en la distancia y con una alternancia de oportunidades en ambas porterías, fruto de los pacientes ataques pivotados del conjunto rival y de rápidas contras mianseras. Cada conjunto lograría dos goles en esta primera mitad y dispondría de bastante ocasiones claras, nunca se sabe si bien atajadas por los porteros o desechadas por los jugadores de campo, pero que no terminaron de cuajar. La verdad ( o una versión de ella) es que el conjunto rosa planteó el partido que más le interesaba, previniéndose de cualquier desgaste innecesario de cara a la segunda mitad, lanzando ataques claros aprovechando el menor resquicio del contrario y tratando de no meterse en lios a la hora de defender.

Y tras el descanso, ha de decirse que el partido no varió en exceso, es más, parecía que se consolidaba esa tendencia miansera cuando, tras una incorporación de Piris al ataque el MVK se ponía por delante en el marcador por primera vez en todo el encuentro. Pero entonces cobra sentido el título de esta cronica, que el conjunto rosa no supo o no pudo controlar como debía el partido y dio comienzo un carrusel de ocasiones para los dos equipos que no terminaban en gol por centimetros y el partido se convirtió en un pequeño correcalles en el que el Sercopaem se llevó la mejor parte, al saber aprovechar mejor su oportunidad y remontar en pocos minutos...metiendo cinco goles. Si en ciclismo se le suele llamar pájara al decaimento de las fuerzas del ciclista, al conjunto rosa nos entró el pajarón pues no se lograba poner freno, ni achicar aguas ni cualquier topicazo que pudieramos poner aqui, puesto que el marcador pasó de un 2-3 a un 7-3 casi en un abrir y cerrar de ojos ( y aunque solo tenga algo que ver, me viene a la cabeza esa letra que dice que el tiempo a veces amigo del hombre todo lo deja atras; en la carrera la fatiga es normal, por eso hay que parar y respirar...). La reacción miansera no se hizo esperar y antes de terminar el partido se lograron dos goles mas, quizá fruto del empeño más que de la claridad de ideas, aunque el choque ya estaba sentenciado.

Y así se saldó el primer partido del findesemanarolloenebea que tenemos preparado, puesto que el sábado tenemos otro partido (frente a Siem Informática) y el lunes la reanudación del choque suspendido frente al lider liguero, el Rias Baixas.

Hay quien dice que cuando se pierde un partido son tres puntos menos, pero (y sobre todo en esta ocasión en la que un pequeño bache tuvo las citadas consecuencias) conviene no olvidar que no es lo mismo no sumar que restar. Y que la experiencia, al fin y al cabo, siempre suma

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