Con los mismos ingredientes (fiesta nocturna, partido en domingo, pabellón...) que en otras ocasiones dieron como fruto partidos mucho más discretos, este pasado fin de semana el MVK MIANSA dio un giro a la situación y logró imponerse por 6-3 a un conjunto como el Hípica Vistas Reales, de los más experimentados de la tercera colmenareña y con un juego, y un portero en concreto, que no responden a lo que podría llegar a pensar alguno (no es nuestro caso) si mira sólo la clasificación. Y todo esto porque el partido fue un choque muy intenso y disputado en el que el MVK, si bien es cierto que dominó el marcador durante todo el encuentro, no pudo relajarse ni un segundo, pues cada gol era respondido por otro del rival, y cada balón valía su peso en oro, y no piensen en Cannavaro, aunque luego volvere sobre el tema. Finalmente el equipo aguantó el tirón de los tres equipos que encabezan la competición y supo alzarse con los tres puntos, tanto o más importantes que los logrados la semana pasada.
Este equipo parece haber alcanzado un paso más de experiencia, ese peldaño que te aconseja mirar las cosas con calma y evaluar más fríamente la situación para poder decidir en cada momento, y pese a que parecía que el gol de la tranquilidad no llegaría nunca, tanto fue el cantaro a la fuente que al final no cayó una sino dos veces. Ese peldaño que te permite, de manera quizá inconsciente, darte cuenta que un arbol es el que no te permite ver el bosque, que te hace sentir capaz de en circunstancias normales salir airoso porque te permite saber que tu experiencia, tu destreza, ambas u otro factor x, te harán salir adelante. Aunque esté en juego un partido de nuestro equipo o la final de un mundial, te saquen amarilla a los cinco minutos de empezar el partido, o se te critique por la concesión de un premio.Quizá ese sea el secreto de la permanente sonrisa de Cannavaro....o de la nuestra cuando se ganan partidos tan intensos como el del domingo.
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