17.11.08

Slow Ride!


A veces la vida te manda mensajes en forma de metáfora del modo más insospechado, o a veces uno interpreta cosas sobre cosas que le pasan.

Resulta que este fin de semana tuvimos fiestecilla de cumpleaños la noche del sábado, donde aparte de lo habitual en los seres humanos de nuestro ámbito, esto es, beber y comer y volver a beber (cada uno que lo interprete como quiera) pudimos aprovechar para el pequeño vicio de jugar a las cartas (más en concreto al poker) y a los videojuegos. Recuerdo como si fuera ahora mismo la primera mano de cartas que me llegó: dobles parejas de reyes y ases junto a un cinco, con el descarte pendiente. Tras la ficha de rigor, suelto el cinco y recibo mi carta: otro rey. Full con trio de reyes: una mano cojonuda...de haber llegado un poco más tarde. Como la gente todavía tenía sus fichas intactas, nadie parecía querer asumir riesgos. Esa ronda la gané yo, pero me llevé pocas fichas, casi nadie me quiso seguir el juego.

Y alguno podría pensar que algo así nos ha pasado con el comienzo de liga, que hemos tenido un buen comienzo si pensamos que solo hemos perdido un partido de ocho. Pero es que hemos vuelto a empatar, y los de arriba siguen sin fallar. No es un mal comienzo. De hecho, si en lugar de las ocho primeras jornadas fueran las ocho últimas de la primera vuelta, por ejemplo, pues sería un buen momento para seguir recogiendo puntos que nos ayudaran a consolidar una determinada posición en la tabla. Pero quizá en este momento nos dejan un poco tibios, rodeados de incógnitas. No sabemos si vamos a aspirar por el ascenso o quedar entre los tres-cuatro primeros o nos la vamos a jugar por no descender. Y aqui vuelvo a la fiesta.

Otro de los protagonistas de la noche fue el Guitar Hero. Para los que no lo conozcan, es un juego consistente en tocar una réplica de guitarra eléctrica según te marca la pantalla qué "traste" y en qué momento has de pulsar la "cuerda". A mi que no se me dan mal este tipo de simuladores, se me ocurrió empezar tocando "Bulls on parade" de los RATM. Y me la pasé, pero notaba yo que tenía algún problema con la tecla verde (que hace de primer traste) Me pasé la canción, pero algo estaba fallando. De hecho hasta la tercera canción o asi en que la guitarra volvió a caer en mis manos, la tecla verde seguía dándome problemas.

Y vuelvo al fútbol para referirme a la primera parte que nos marcamos los MVKMCM frente a Empresas Unidas, dando una lección de cómo no defender a nadie en la vida entera. Dejando aparte el primer gol que nos marcaron, la excesiva confianza con la que salimos al campo nos hizo que nos pusieramos con un 0-2 en contra que no tenía nada de pinta de cambiar hasta el descanso, pese a tener bastantes oportunidades de distinto tipo. Pero apareció Víctor y con su gol nos metía de lleno en el partido. Hay goles que son un balón de oxígeno, una cerveza contra la resaca y un espejo que te recuerda de lo que eres capaz. Todo a la vez. Solo depende de quién lo interprete.

Y en la reanudación todo cambio, el ánimo, la fogosidad, las ideas. El marcador rezaba un 2-3 tras anotar Chusquito en una de las muchas oportunidades que tuvimos, y por fin lográbamos aprovechar la frescura de ideas y de piernas ante un rival que jugaba magníficamente sus bazas pese a ser casi justos y terminar siendo justos por lesión de uno de sus jugadores. Oficio lo llaman algunos, Inteligencia en mi opinión. Y a base de insistencia, de ataques con los cuatro clavados arriba, llegó el empate, como pudo incluso haber llegado la victoria. Pero como dijo Goro, esta vez el empate suponía el salvar un punto, no el perder dos.

Y aparte nos puso en nuestro sitio, de vuelta a las primeras fases del juego hasta que dejemos de fallar acordes fáciles. Más vale disfrutar tocando bien Slow Ride que durar 15 segundos por lanzarte a por el Raining Blood. Al fin y al cabo, solo llevamos nueve rondas de cartas, y la partida dura nada menos que 38.

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