Ni los reyes del mambo, ni la carne del pescuezo.

Vaya final de partido nos hemos marcado este domingo frente a nuestros compinches del Mítico. La cosa no iba mal del todo, se adelantaron ellos pero, después, un gol de Marcos desde la M-607 (y por la escuadra) y otro de Chusquito nos habían puesto por delante. Pero. ay amigos y amigas, ha sido un poco como cuando estás esperando un fin de semana después de cinco días de curro y luego ves que todo se te va en un pispás, que habías planeado hacer mil cosas y que luego mil circunstancias han conspirado en tu contra, sea la nieve (es cierto, estoy algo traumatizado) o sea que tengas un fallo (quizá ciento siete) de concentración.

La cosa es que hemos pasado de ir ganando 1-2 a perder por un 5-2, lo que habla maravillas de nuestra capacidad defensiva y de los excesos de confianza, oootra vez. Pero bueno, siendo honestos, creo que tampoco hemos estado mal del todo, hemos tenido bastantes oportunidades (Luis, portero rival, ya suena para el Atleti) y solo unos cinco minutos de jugar como el culo (es cierto, hoy no estoy fino) tampoco tienen que bajarnos la moral.

No creo que seamos peores hoy que lo que eramos hace solo dos semanas, cuando llevábamos cuatro victorias seguidas. Ni entonces eramos los reyes del mambo ni hoy somos más malos que la carne del pescuezo.