8.6.09

Días de alegría....y de fotos.


Será por el tiempo que está haciendo, o porque uno se va haciendo viejuno, gracias a Dios (o a quien sea) pero la cuestión es que el fin de semana me ha parecido una bendición, o algo así.

No me voy a poner trascendente ni melancólico, pero anoche me dio por pensar que dentro de unos años nuestra vida habrá cambiado de circunstancias y podremos hacer cosas más o menos parecidas, aunque probablemente no de la misma forma. Pero no creo que sea nada malo, yo siempre he dicho que lo malo no es cumplir años, lo malo es no cumplirlos. Por ejemplo este fin de semana algunos estuvimos de fiestecilla el sábado, con lo que en peor o mucho peor estado uno acaba trasnochando hasta las tantas y el domingo teníamos que jugar a las 11. Asi que como poco había que levantarse sobre las 9 y media. Asi que como mucho ibamos a dormir cinco horas.

Y con ese mezcla entre cuerpo escombro (los que estuvimos de parrandaca, que hubo alguna persona responsable) y alegría nos presentamos a jugar en la magdalena 1. Algunos a intentarlo, otros a animar el cotarro (vaya cachondeo en el banquillo) y algunas chicas, a contemplarlo, Cristina incluso se puso a hacer fotos de las suyas (buenas) para poder ilustrar mejor la página. Es tan de agradecer lo que hace esta chica que seguramente se pondría colorada si le diéramos las gracias como yo creo que deberíamos. Porque no solo son fotos. Habría que empezar por las fotos, seguir por los regalos que nos hace y continuar por la ilusión que demuestra con cualquier cosa relacionada con el equipo. Y así los ocho años desde que nos formamos como Maita.

Hay un capítulo de Perdidos que se llama La constante. Pues eso.

Volvamos al partido. Yo no había estado en el partido de la ida, pero me habían comentado que los chavales no eran nada malos. No solo no me parecieron malos, que coño, me parecieron bastante buenos, tenían/tienen un par de chavales rápidos como balas (el número 13 me pareció espectacular) y a juzgar por las paredes cabía decirse que no llevaban poco tiempo jugando juntos. Y el partido comenzó con medias tintas para los dos equipos, nosotros a pesar del resacón comenzamos adelantándonos tras una magnífica combinación entre Victor y Miguel (que vienen a ser como si a Mark Lenders y Dani Mellow del Muppet les gustara la cerveza y fueran reales). A los pocos minutos, y quizá también tuviera que ver el resacón, nos acarajotamos un poco todos y el rival empataba el partido. La mala noticia no fue esa, sino que la rodilla de Marcos se marcó una especie de coreografía de Bisbal y le dio el susto, con lo cual paró de jugar, más vale rodilla tranquila que baja laboral.

Tras la reanudación, el partido siguió en la misma tónica de la primera mitad, hasta que Goro, en una jugada en la que le conté hasta tres sombreros, acabó logrando el 2-1, aunque ni él ni yo, que estaba el más cercano, recordamos bien si fue con el muslo o con la cabeza. Pero a los pocos minutos los rivales hacían una contra de esas de libro, digna de salir en Futbol-Arte, para en cuatro toques meter gol.

Nadie parecía capaz de separarse en el marcador hasta que por fin la balanza cayó de nuestro lado (el de más peso, perdon por el humor fácil) al lograr dos goles en pocos minutos, en el primero un servidor aprovechaba el magnífico trabajo de Víctor de robar-salir a la contra-pasedelamuerte y después Miguel conseguía poner el 4-2 en la libreta del colegiado. Tras eso tocó lo de la semana pasada: defender como lo hubiera firmado TechnoViking, aunque de modo menos intimidante, lógicamente (igual o más es imposible) y entre nuestros esfuerzos colectivos en defensa, la buena actuación de Miguel -Portero- y que quedaba poco tiempo, junto a algo de suerte, el marcador no se movió.

Y luego... pues para qué nos ibamos a ir a dormir, algunos pusimos rumbo a Casa Mone a por unas cañejas, unas risas de los presentes con Mario, algún pinchito y algún resto de desayuno, llámese esto a napolitanas de chocolate, palmeras, batidos o un bocao de fuet.

Al rato de estar allí llegó un grupo de gente con varios niños pequeños, y me pareció una conclusión cojonuda a modo de metáfora.

Probablemente, de aqui a un tiempo las fiestecillas serán distintas, alguno tendrá hijos y no podrá quedarse hasta las mil en los ranca, e iremos a tomar cañas y en lugar de a Bárbara cogeremos en brazos a los hijos de alguno de nosotros. Y probablemente también veamos a chavales de un equipo de fútbol sala llegar con las camisetas, pantalones y calcetas puestas para tomarse unas cañejas.





Eso si, probablemente Cristina seguirá haciendo fotos de nuestros partidos.Ajolá.

2 comentarios:

crisspiss dijo...

k jali eres.
gracias a ti.

mvkmiansero dijo...

No, esta vez no caben las gracias a mi. Gracias a ti por todo.