Puntos suspensivos

"...Lo malo del amor es cuando pasa, y al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos..."
(frase de un poeta)

Si le contara a alguien que el martes me fui cabreado a casa despues de caer contra un equipo que solo ha perdido un partido en toda la liga (el nuestro de la ida) y que tiene a varios de los mejores jugadores de la división, entre ellos el pichichi y el zamora, pues probablemente me diría que soy un poco gilipollas. Y no le critico, yo mismo lo pienso a veces.

Pero, joder, es que ayer teníamos los mismos ingredientes que nos hicieron ganar en la ida y no supimos como aplicarlos. Ellos habían tomado buena nota de lo que pasó en aquel partido y a nosotros se nos olvidó la lección, al menos en los momentos importantes del choque.

Creo que un equipo como el nuestro necesita hacer todo bien en el partido para ganar a un rival como el de ayer, con bastante nivel. Nosotros no somos un equipo espectacular, pero como poco podemos ser correosos. El Numancia ganó en su día al Barcelona, metiendo la que tuvo y defendiendo como gato panza arriba. Nosotros mismos ganamos en la ida con las mismas armas: puntería y defensa. O en otros años, por ejemplo frente al Tosta, otro equipazo. En lo de la puntería ayer tuvimos dos muy claras en la primera parte que no entraron, la mía al contraataque y el doble penalty que se estrelló en el palo, mientras que ellos sacaron su gol de una jugada aislada, aunque tuvieron algunas más. En defensa, nuestra primera parte fue más que correcta, como la suya. Un 0-1 al descanso contra un equipo que llevaba hasta ese momento 217 goles yo creo que no está nada mal.

Pero en la segunda parte se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas: en sus dos primeros ataques metieron dos goles. El primero de formidable remate de cabeza de Mario ante mi mirada (vamos, que me lo comi yo cual tapa de minipizza en Casa Mone), por cierto. No es compadecerme de mi mismo, es asumir mi error. En apenas un suspiro pasamos de estar a un paso del empate a tener que remar contracorriente, con marejada y con un brazo durmiéndose.

La cosa se calmo, y Víctor aprovechó el único error en defensa del contrario para robar un balón en su area y meter el 3-1. Hay goles o jugadas que retratan el carácter de uno. Y esa jugada definió a nuestro 9, bajo mi punto de vista, claro está. Pero al poco de ese gol, los Deskartes metieron el 4-1, mazazo definitivo para las aspiraciones que pudieran quedarnos, y por si quedaba alguna duda, al rato una pared del rival concluía en el 5-1.

Nuestra segunda parte fue menos efectiva que la primera, y salvando los primeros dos goles, diría que incluso en algunos momentos jugamos bien. Y más importante aún, el equipo no bajo los brazos ni con 5-1 en el marcador. Pero este partido no fue de los de "derrota y punto", más bien es una derrota y puntos suspensivos.

Hay veces que aún perdiendo, se ganan esos puntos suspensivos que dejan un poso de esperanza.
Creo que anoche fue una de esas veces.